El Angelus

Soñé contigo.

Hoy he soñado contigo. Hace muchísimo tiempo que no sé nada de ti. He soñado un ambiente como el de los años en los que nos veíamos muy a menudo. Un ambiente de nervios, aunque muy cómodo y con muchas miradas de complicidad.
Me encantaba verte cuando apenas te conocía. Me gustaba observarte, estudiar cada uno de tus gestos. Me encantaba espiarte cuando ni siquiera sabía tu nombre. Seguirte por las calles y sentir esos nervios en mi interior. Sentir el deseo de saberlo todo de ti. De mirarte a los ojos.
En aquellos momentos, no tenía ni idea de que conseguiría hablar contigo y conocerte. Incluso besarte. En aquellos momentos, no sabía todo lo que me pasaría contigo. No sabía que todo terminaría sin darme cuenta. Sin proponérmelo siquiera.
Te conocí en el 89 y terminó en el 95.
Con muchos problemas entre esos años. Y muchas temporadas sin verte. Enfadada y odiándote desde lo más profundo. Es verdad eso que dicen que al final sólo te acuerdas de las cosas malas.
Supongo que al pensar que todo lo bueno que descubrí al conocerte no lo puedo tener, duele demasiado.

Me asusta pensar que no sé retener a los que más me importan.
Me asusta no tener poder para tenerlos a mi lado.
Igual que ellos me tienen a mí.
Es duro cuando me doy cuenta de que ya no soy lo mismo para ti.
Tardé 6 años en saber lo que sentías por mí. 6 años en descubrir que los dos nos habíamos estado necesitando. Y se había complicado todo tanto, que ya era tarde.
Lo descubrí y te perdí. Aunque no quería perderte.
No sé que hice mal. Quizá me relajé?, supe que ya te tenía y bajé la guardia?
Me pasé 6 años haciendo las cosas contigo en la cabeza. Cuando me fui de casa, cuando decidí mudarme y estar en mi propio piso, cada vez que conocía a alguien, cuando volvía por las noches de trabajar, en mi cumpleaños, en el tuyo. En cualquier momento pensaba: -“ qué le parecería a él?, qué me diría?, qué me aconsejaría?”-
Incluso me aseguraba que te llegara información de todo lo que hacía en mi vida. Y me gustaba enterarme de que no te hacía demasiada gracia el que saliera con alguien que no fueras tú.

Me pregunto qué haría si me dieran la oportunidad de volver atrás. Al momento en el que te cruzaste en mi camino, aquella noche de verano. y en vez de seguirte, seguir mi camino como todas las noches, hacia la plaza.
Y no conocerte.
Continuar mi vida sin que formes parte de ella. Ahorrarme tanto dolor.
Sería capaz de ignorarte?.
Sabiendo lo que sé hoy, decidiría protegerme de ti?

Muchas veces me acuerdo de las conversaciones que teníamos. En las rocas, frente al mar. Me encantaba ponerte el pelo detrás de la oreja, para ver bien tu cara. Para ver tus ojos.
Aquel agosto del 95, lo apuramos todo tanto! Como si supiéramos que no iba a durar mucho. Aprovechábamos cada minuto de soledad para abrazarnos o besarnos. Para hablar de nuestras cosas. Recuerdo que me vestía para ti. Elegía la ropa que sabía que te iba a gustar. Dios mío, como me mirabas. Te ponías el pelo a los lados de la cara para que los demás no te lo notaran. Y cuando cruzábamos las miradas, veía esos ojos tan grandes, tan brillantes.
Jamás nadie me ha mirado como tú me miras.
Nadie me ha hecho sentir como tú me hacías sentir. Fuerte, con poder para hacer todo lo que me diera la gana.
Ya no soy la misma. Me asusta y me duele, pero sé que ya no soy la de antes.
Tiempo después de perderte, quise seguir con mi vida. Quise convencerme de que conocería a alguien tarde o temprano.
He buscado la sensación que sentía cuando estaba a tu lado. Cuando hablaba contigo. Pero no la encuentro. Sólo está cuando te vuelvo a ver. Cuando te veo conducir el coche, (ya sabes que me encanta observar tus manías) cuando caminamos y me coges de la mano...
Cuando te abalanzas y me besas, como la última vez que nos vimos.
No lo esperaba. Sólo quería verte y saber de ti. Cierto es que lo deseaba, pero no imaginé que sucediera. Nuestra relación siempre ha sido difícil. Un sube y baja constante. Después de años sin verte, no imaginé lo que hiciste. Sabía que estabas felizmente con tu pareja, y supuse que solo querías saber como me iba en la vida. Pensé que tú querrías mantener nuestra amistad. Y lo del beso, me descolocó bastante.
Ahora, estamos en momentos muy distintos a los que vivimos en el pasado.
Vivimos en la misma ciudad, no a 700km el uno del otro, como antes. Y aún así no te veo. Hablamos y queda claro que ambos queremos tener una amistad. Y hace meses que no sé nada de ti.
Ni mails ni sms.
Por qué sigo con esto? Por qué, pese a compartir tu vida con otra persona, cada vez que nos vemos me das pistas de que quieres algo más conmigo?
Por qué no me doy por vencida?

Me gustaría mandarte lo que estoy escribiendo. Pero no tengo fuerzas para aguantar un posible rechazo.

En el sueño, estábamos los dos tumbados en mi cama y hablábamos y hablábamos.
Espero verte pronto. Y ver tus ojos. Y hablarte de lo que hago y de cómo me van las cosas. Y de que tú me cuentes cómo estás.
Mientras eso no pasa, seguiré soñando contigo.