31 de Agosto 2004
Cosas que pasan.
Como se puede sentir una al darse cuenta de que su familia no le ha aportado nada bueno?
Al principio, me pareció increíble. Y sentí una soledad muy grande. Luego me di cuenta de que todos los pasos que había dado en mi vida, los había dado para alejarme de todas esas personas. No me había equivocado al hacerlo.
Me son totalmente prescindibles, aunque suene fuerte decirlo, es cierto.
Cada vez me siento más alejada de esas personas con las que compartí tantos años de mi vida. Aquellos que te enseñan a creer que como ellos no vas a encontrar a nadie. Aquellos que te dicen que desconfíes de los amigos, que desconfíes de todo aquel que no sea de tu familia.
Con cierto temor, fui creyendo que la vida sería muy dura sin ellos, con la convicción de no confiar en nadie y de seguir ciertas normas que ellos siempre me habían inculcado.
Y fue entonces, sola, cuando empecé a conocerme mejor. Cuando empecé a aceptar a la gente tal y como era, sin tener en cuenta de donde venían o si tenían educación.
Marqué mis propias reglas en mi vida. Conocí a quien quise, sin importarme nada más. Hice lo que quise y cambié totalmente mi manera de pensar y de actuar.
Y ahora, tras 13 años, soy completamente diferente. Digo lo que pienso, confío muchísimo en mis amigos, me dejo llevar y, lo que es más importante, he conseguido tener a mi lado a la que considero mi verdadera hermana.
Mi mejor amiga.
La que me demostró que el egoísmo no es la mejor forma de vida, que las apariencias no lo son todo, ni la educación. Que es bueno sacar las cosas, decir lo que sientes. Y si quieres llorar, lloras, si quieres reír ríes, y si quieres gritar gritas.
Me ha dejado ayudarla cuando ella lo necesitaba, haciéndome sentir por primera vez útil. Ha valorado mis consejos, necesitado mis abrazos. Hace que mis sentimientos estén siempre a flote y no se hundan dentro de mí, como siempre.
Hoy, después de mucho tiempo, he sentido como si estuviera con mi familia.
Y ha sido algo muy angustioso.
Por suerte todo aquello quedó atrás, y tengo a una familia justo a mi medida. Mis amigos, mis animales y mi mejor amiga.
De vez en cuando, veo a los que por unos años, compartieron su vida conmigo. Y cada vez me doy más cuenta de lo poco que tenemos en común y de lo lejos que me siento de ellos.
