Ayer me pasé toda la tarde nerviosa esperando el momento en el que llegaras. La cena ya estaba lista y solo quedabas tu.
Esperé a que me enviaras el sms para vestirme. Escogí la falda de cuadros que tanto te gusta, y una blusa negra, muy bonita que me compré este verano. Fue cuando me vestí cuando los nervios se aceleraron hasta tal punto que me hicieron cambiar el ritmo de mi respiración.
-En una hora y algo estoy ahí-. Esa hora se me hizo eterna. Y finalmente, sonó el telefonillo.
Estas más delgado y muy guapo. Te abracé y aspiré profundamente, y te hice pasar. Te noté muy relajado y muy suelto. Pusiste tus cosas encima del sillón y me diste una botella de vino para que la metiera en la nevera. Para el postre-.
Nos fuimos a la terraza y empezamos a hablar de cómo estábamos cada uno. Mientras lo hacíamos, no paramos de mirarnos, de reír y pronto empecé a sentirme muy bien. Los nervios desaparecieron.
Estabas tan rico anoche! Noté que te sentías cómodo en mi casa y eso me encantó. Estabas muy hablador y siempre me mirabas con esa sonrisa.
Me di cuenta de que mis esfuerzos por no perderte a pesar de todos los problemas, estaban dando resultado. A pesar de que nos vemos poquísimo, a pesar de que a veces me da la sensación de que no quieres saber más de mí. Ayer te noté muy cercano, y eso me da fuerzas para no dejarte escapar.
La noche se me pasó muy rápida.
Te soltaste más en el postre, supongo que por el vino, y yo aproveché para sonsacarte cosas. Cosas de ti. Y es en esos momentos cuando me das pequeñas pistas de lo que sientes hacia mí. Son muchos años, y más o menos me lo imagino. Pero esta es una etapa nueva y no quiero estropearlo de nuevo.
Se que estoy ahí. No se hacia donde va esto, no se ni cuando te voy a volver a ver. Pero al menos tienes claro que me tienes y que no soy como antes. Lo que siento, te lo digo. Cualquier pregunta que se me pase por la cabeza, te la suelto. Las pocas veces que nos vemos, las disfruto al máximo y te exprimo todo lo que puedo. Y se que eso es mutuo. Me gusta lo que tenemos ahora. Nos entendemos muy bien, y hay mucha complicidad entre nosotros. Me siento mejor que nunca contigo. Y creo que a ti te pasa lo mismo.
Ahora espero la próxima vez en la que podamos quedar. A medida que pasen los días, mis ganas irán aumentando hasta que llegue el día en el que coincidamos de nuevo.
Emocionante y precioso sentir eso... son palabras de felicidad...
Posteado por: r on 7 de Septiembre 2004 a las 12:52 AMLa mejor sensación de todo el año es cuando, tras un mes sin verle ni tocarle ni besarle ni sentirle... nos reencontramos. Un abrazo en el que los poros de mi piel se multiplican hasta límites insospechados para sentirle infinitamente, para no dejar escapar ningún punto de contacto, como intentando recuperar todos los días perdidos... cada uno en su verano.
A veces pienso que solo por estos minutos de emoción vale la pena pasar un mes separados.