El Angelus

Feliz Cumpleaños!!

Espero que te vaya todo bien, y que pases un buen día.
Un besito!

Mis experiencias con los exhibicionistas

Os habéis cruzado alguna vez con un exhibicionista?
La primera vez que vi a uno, fue hace muchos años, tendría unos 12 o 13. Era verano y estaba con mi prima. Cada tarde nos sentábamos en el mismo sitio. Un muro bajito que rodea una plaza. Pues bien, enfrente había una carretera y mas allá, un descampado con unos árboles.
Una tarde, oímos que alguien nos llama y cuando miramos, detrás de uno de esos árboles, vemos a un tío en plena faena.
Me impresionó mucho. Las dos nos quedamos sin saber qué hacer. Nos levantamos y nos fuimos. Nos pusimos muy nerviosas, casi nos sentíamos culpables por lo que aquel degenerado había hecho.
No dijimos nada a nadie. Sentíamos vergüenza y decidimos olvidarnos del tema.
La tarde siguiente, seguimos con nuestra rutina de ir a ese muro y sentarnos mientras observábamos a la gente, a algún chico, o tomábamos un helado.
No pensamos que aquel hombre también tomaría su rutina de “visitarnos” cada tarde.
Aquello me amargó mucho. Estuvimos como una semana en la misma situación. No queríamos modificar nuestras cosas por culpa de este hombre, queríamos estar tranquilas, pasar el verano lo mejor posible. Así que decidimos contárselo a mi primo, (su hermano).
A la tarde siguiente, fuimos a sentarnos en el mismo lugar. Mi primo y un amigo, se escondieron detrás del muro, a nuestros pies. En cuanto el hombre nos llamó con los silbidos, los dos salieron de su escondite y lo persiguieron campo a través.
No lo pillaron. Supongo que estaría acostumbrado a correr...
El caso es que aquel hombre me hizo sentir mal. Me hacía culpable de que él tuviera deseos de mostrarse ante mí.
Tiempo después, otro verano en el mismo pueblo, me pasó lo mismo. Aunque esta vez, era más mayor, iba con mi hermana y no estaba dispuesta a que nadie me amargara de nuevo.
Así como apareció, empezamos a decirle de todo. Que porqué no se iba a su casa a machacársela, que si estaba enfermo...
Me sentó muy bien hacer eso. Sobretodo al ver la reacción del hombre. Se quedó quieto, parado mirándonos. Supongo que no se lo esperaba. Se la metió en el pantalón y se fue.
Me sentí bien. No dejé que él se saliera con la suya. Ni me quedé mirando lo que tan orgulloso me enseñaba, ni me asusté ni me fui corriendo. Simplemente, no dejé que invadiera mi espacio, que me obligara a aguantar su situación.
Esta vez, aquello quedó como una anécdota.
En fin, que no sé si por el pueblo o por mí, años después, iba con mi mejor amiga por la estación, y apareció uno. Ella se quedó muy impresionada. Y yo empecé a gritarle y a llamarle de todo. Con todas mis ganas. Puso esa cara de circunstancia y se fue. Le hablé a mi amiga, y le dije que sólo quieren que te asustes, o impresionarte. Pero que no tienes porqué aguantar. No tienes porqué quedarte callada y tirar hacia otro lado.
Al principio, creía que a lo mejor en el pueblo, no tenían otra cosa que hacer, que írsela enseñando a todo el mundo y que siempre me tocaba a mí. Pero es que desde que vivo en la cuidad, he visto al menos 3.
A estas alturas, me parece hasta normal, ya.
Al lado de mi casa, hay un parque en donde voy a sacar a los perros. Y allí, cuando hemos ido mi mejor amiga y yo, más de una vez, se han visto a hombres detrás de los arbustos. Sólo que ni siquiera los miramos, quitándoles la oportunidad de mostrarse.

El sábado, con la calle llena de gente, íbamos las dos por una calle que da a un colegio y un chico de unos 23 años, viene por detrás de nosotras, y nos pregunta por el metro más cercano. Las dos nos paramos y empezamos a indicarle. Y el tío de repente se empieza a juntar a una pared, que parecía que se iba a dar de morros. Me fijo, y la tenía fuera y que le iba a reventar.
Me giro a mi amiga, y le digo a pleno grito, que es un guarro. Mi amiga se fija, y las dos empezamos a decirle que se vaya a su casa, que hay niños por la calle, que está enfermo de la cabeza...
Ya no nos afecta. Aunque siempre me voy a estar preguntando que qué tendré para que todos estos pirados quieran enseñármela, pero bueno.
Lo que me jode, es pensar en si se lo hacen a una niñita/o. Me fastidia pensar que ellos, se puedan quedar mal. O que no sepan cómo reaccionar. Me da mucha rabia el que ésta gente se crea con derecho a hacer pasar por algo así a un niño. Si eres mayor, es diferente. Te puede sentar mal, puedes asustarte, pero un crío, ya ves!.
Me pregunto qué clase de trauma les lleva a querer ser exhibicionista, querer escandalizar de esa manera.
Y qué harán?, irán por las calles pensando a quien enseñársela y se les pondrá dura?, o saldrán de su casa preparados?

Bueno, sea como sea, conmigo no consiguen lo que quieren. Y me alegro de poder reaccionar como lo hago. Te sientes muy bien, porque lo ves que está seguro de que una vez más va a conseguir lo que se propone, y se queda con las ganas.
Y desde mi humilde opinión, aconsejo a todo el mundo que se vea en la misma situación, si es que le pasa alguna vez, que plante cara. Que le haga saber que no está dispuesta a consentirlo.

Cumpleaños Feliz!!

It's Now or Never
(words & music by Aaron Schroeder - Wally Gold)

It's now or never,
come hold me tight
Kiss me my darling,
be mine tonight
Tomorrow will be too late,
it's now or never
My love won't wait.
When I first saw you
with your smile so tender
My heart was captured,
my soul surrendered
I'd spend a lifetime
waiting for the right time
Now that your near
the time is here at last.
It's now or never,
come hold me tight
Kiss me my darling,
be mine tonight
Tomorrow will be too late,
it's now or never
My love won't wait.
Just like a willow,
we would cry an ocean
If we lost true love
and sweet devotion
Your lips excite me,
let your arms invite me
For who knows when
we'll meet again this way
It's now or never,
come hold me tight
Kiss me my darling,
be mine tonight
Tomorrow will be too late,
it's now or never
My love won't wait.

Feliz Cumpleaños!!

Soñé contigo.

Hoy he soñado contigo. Hace muchísimo tiempo que no sé nada de ti. He soñado un ambiente como el de los años en los que nos veíamos muy a menudo. Un ambiente de nervios, aunque muy cómodo y con muchas miradas de complicidad.
Me encantaba verte cuando apenas te conocía. Me gustaba observarte, estudiar cada uno de tus gestos. Me encantaba espiarte cuando ni siquiera sabía tu nombre. Seguirte por las calles y sentir esos nervios en mi interior. Sentir el deseo de saberlo todo de ti. De mirarte a los ojos.
En aquellos momentos, no tenía ni idea de que conseguiría hablar contigo y conocerte. Incluso besarte. En aquellos momentos, no sabía todo lo que me pasaría contigo. No sabía que todo terminaría sin darme cuenta. Sin proponérmelo siquiera.
Te conocí en el 89 y terminó en el 95.
Con muchos problemas entre esos años. Y muchas temporadas sin verte. Enfadada y odiándote desde lo más profundo. Es verdad eso que dicen que al final sólo te acuerdas de las cosas malas.
Supongo que al pensar que todo lo bueno que descubrí al conocerte no lo puedo tener, duele demasiado.

Me asusta pensar que no sé retener a los que más me importan.
Me asusta no tener poder para tenerlos a mi lado.
Igual que ellos me tienen a mí.
Es duro cuando me doy cuenta de que ya no soy lo mismo para ti.
Tardé 6 años en saber lo que sentías por mí. 6 años en descubrir que los dos nos habíamos estado necesitando. Y se había complicado todo tanto, que ya era tarde.
Lo descubrí y te perdí. Aunque no quería perderte.
No sé que hice mal. Quizá me relajé?, supe que ya te tenía y bajé la guardia?
Me pasé 6 años haciendo las cosas contigo en la cabeza. Cuando me fui de casa, cuando decidí mudarme y estar en mi propio piso, cada vez que conocía a alguien, cuando volvía por las noches de trabajar, en mi cumpleaños, en el tuyo. En cualquier momento pensaba: -“ qué le parecería a él?, qué me diría?, qué me aconsejaría?”-
Incluso me aseguraba que te llegara información de todo lo que hacía en mi vida. Y me gustaba enterarme de que no te hacía demasiada gracia el que saliera con alguien que no fueras tú.

Me pregunto qué haría si me dieran la oportunidad de volver atrás. Al momento en el que te cruzaste en mi camino, aquella noche de verano. y en vez de seguirte, seguir mi camino como todas las noches, hacia la plaza.
Y no conocerte.
Continuar mi vida sin que formes parte de ella. Ahorrarme tanto dolor.
Sería capaz de ignorarte?.
Sabiendo lo que sé hoy, decidiría protegerme de ti?

Muchas veces me acuerdo de las conversaciones que teníamos. En las rocas, frente al mar. Me encantaba ponerte el pelo detrás de la oreja, para ver bien tu cara. Para ver tus ojos.
Aquel agosto del 95, lo apuramos todo tanto! Como si supiéramos que no iba a durar mucho. Aprovechábamos cada minuto de soledad para abrazarnos o besarnos. Para hablar de nuestras cosas. Recuerdo que me vestía para ti. Elegía la ropa que sabía que te iba a gustar. Dios mío, como me mirabas. Te ponías el pelo a los lados de la cara para que los demás no te lo notaran. Y cuando cruzábamos las miradas, veía esos ojos tan grandes, tan brillantes.
Jamás nadie me ha mirado como tú me miras.
Nadie me ha hecho sentir como tú me hacías sentir. Fuerte, con poder para hacer todo lo que me diera la gana.
Ya no soy la misma. Me asusta y me duele, pero sé que ya no soy la de antes.
Tiempo después de perderte, quise seguir con mi vida. Quise convencerme de que conocería a alguien tarde o temprano.
He buscado la sensación que sentía cuando estaba a tu lado. Cuando hablaba contigo. Pero no la encuentro. Sólo está cuando te vuelvo a ver. Cuando te veo conducir el coche, (ya sabes que me encanta observar tus manías) cuando caminamos y me coges de la mano...
Cuando te abalanzas y me besas, como la última vez que nos vimos.
No lo esperaba. Sólo quería verte y saber de ti. Cierto es que lo deseaba, pero no imaginé que sucediera. Nuestra relación siempre ha sido difícil. Un sube y baja constante. Después de años sin verte, no imaginé lo que hiciste. Sabía que estabas felizmente con tu pareja, y supuse que solo querías saber como me iba en la vida. Pensé que tú querrías mantener nuestra amistad. Y lo del beso, me descolocó bastante.
Ahora, estamos en momentos muy distintos a los que vivimos en el pasado.
Vivimos en la misma ciudad, no a 700km el uno del otro, como antes. Y aún así no te veo. Hablamos y queda claro que ambos queremos tener una amistad. Y hace meses que no sé nada de ti.
Ni mails ni sms.
Por qué sigo con esto? Por qué, pese a compartir tu vida con otra persona, cada vez que nos vemos me das pistas de que quieres algo más conmigo?
Por qué no me doy por vencida?

Me gustaría mandarte lo que estoy escribiendo. Pero no tengo fuerzas para aguantar un posible rechazo.

En el sueño, estábamos los dos tumbados en mi cama y hablábamos y hablábamos.
Espero verte pronto. Y ver tus ojos. Y hablarte de lo que hago y de cómo me van las cosas. Y de que tú me cuentes cómo estás.
Mientras eso no pasa, seguiré soñando contigo.